¿VEN DEMASIADA
TELEVISIÓN LOS NIÑOS HOY EN DÍA?
Los
niños españoles dedican dos horas y 38 minutos a ver la televisión cada día.
Tras los italianos, son los segundos que más tiempo pasan ante la pantalla en
toda Europa.
Los niños españoles dedican mucho tiempo a ver la televisión,
siendo su principal actividad además de dormir. El promedio es de 22-25 horas
semanales de TV, pero hay casas donde se ve una media de 6 horas diarias de
televisión. En estos hogares suele haber pocos libros, poca música, la familia
no viaja, ni pasea, ni va a los museos; tampoco se comunica fácilmente.
Dedicar mucho tiempo a la televisión supone dejar de hacer otras
muchas cosas divertidas; hay que animar a los niños a hacer otras actividades,
juegos y deportes, salir con los amigos. Para ello, los padres deben estar
dispuestos a compartir más tiempo con sus hijos.
La televisión no puede ser un recurso fácil
para desentenderse de los hijos, para que nos dejen un rato tranquilos, no es
la niñera que mantiene quietos a los niños.
Otra costumbre a desterrar es la de tener
encendido el televisor con el fin de tener compañía, porque se está aburrido o
por pura inercia.
Ver mucha televisión produce fatiga y tensión
nerviosa en el niño; a veces trastornos del sueño (insomnio y pesadillas).
Nunca se debe utilizar la televisión como premio o castigo; ni
tampoco comer con la televisión encendida.
Este
informe, constata que en España la televisión sigue por delante de otros
soportes tecnológicos a la hora de entretener a los niños. Se entiende así que los
referentes culturales infantiles sean principalmente los personajes televisivos más que los cinematográficos a quienes
habitualmente se recicla en series animadas para acercarlos al día a día de los
niños, los literarios o los protagonistas de comic.
La
televisión enseña, educa, informa; todo depende de la actitud de padres e hijos
ante ella. No todo lo que sale por televisión es malo, pero hay que aprender y
enseñar a usar la televisión.
La
elección de los programas está en relación con la edad del niño. A los niños
mayores hay que estimularlos a que ellos mismos elijan sus programas; pero los
padres deben conocer los contenidos de los programas que ven sus hijos y,
siempre que sea posible, ver la televisión con ellos.
En
España, por ejemplo, triunfa desde hace años Clan TV, la
primera televisión pública para niños, creada a semejanza de la CBBC y
la CBeebies británicas.
Pero no es la única. Aprovechando las posibilidades de la TDT, otras empresas
privadas han creado sus cadenas para niños igual como algunas televisiones ya
creadas pero sólo disponibles en plataformas de pago hasta entonces, como Nickelodeon o Disney
Channel, se han hecho un hueco en la parrilla televisiva.
Esos
canales tienen una publicidad enormemente
cuidadosa y regulada que,
sin embargo, contrasta con la de las cadenas generalistas privadas, que
vulneran el código
de autorregulación que pactaron las televisiones en 2004 para
“proteger a los niños de contenidos perniciosos” que puedan aparecer en
televisión. Así, no es extraño encontrar anuncios con contenidos
sexuales, violentos o con productos inadecuados durante horarios protegidos igual como vemos programas con
temáticas no apropiadas en los momentos de merienda o comida del niño.
Así pues, hoy en día tenemos dos
preocupaciones cuando encienden la pantalla. Es importante vigilar cuánto ven la tele nuestros niños y qué
ven cuando la ponen.
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