lunes, 19 de noviembre de 2012

VIRGINIA PRIETO ORTIZ. Trabajo Individual.


¿VEN DEMASIADA TELEVISIÓN LOS NIÑOS HOY EN DÍA?

Los niños españoles dedican dos horas y 38 minutos a ver la televisión cada día. Tras los italianos, son los segundos que más tiempo pasan ante la pantalla en toda Europa.
Los niños españoles dedican mucho tiempo a ver la televisión, siendo su principal actividad además de dormir. El promedio es de 22-25 horas semanales de TV, pero hay casas donde se ve una media de 6 horas diarias de televisión. En estos hogares suele haber pocos libros, poca música, la familia no viaja, ni pasea, ni va a los museos; tampoco se comunica fácilmente.

Dedicar mucho tiempo a la televisión supone dejar de hacer otras muchas cosas divertidas; hay que animar a los niños a hacer otras actividades, juegos y deportes, salir con los amigos. Para ello, los padres deben estar dispuestos a compartir más tiempo con sus hijos.

La televisión no puede ser un recurso fácil para desentenderse de los hijos, para que nos dejen un rato tranquilos, no es la niñera que mantiene quietos a los niños.
Otra costumbre a desterrar es la de tener encendido el televisor con el fin de tener compañía, porque se está aburrido o por pura inercia.
Ver mucha televisión produce fatiga y tensión nerviosa en el niño; a veces trastornos del sueño (insomnio y pesadillas).
Nunca se debe utilizar la televisión como premio o castigo; ni tampoco comer con la televisión encendida.
Este informe, constata que en España la televisión sigue por delante de otros soportes tecnológicos a la hora de entretener a los niños. Se entiende así que los referentes culturales infantiles sean principalmente los personajes televisivos más que los cinematográficos a quienes habitualmente se recicla en series animadas para acercarlos al día a día de los niños, los literarios o los protagonistas de comic.

La televisión enseña, educa, informa; todo depende de la actitud de padres e hijos ante ella. No todo lo que sale por televisión es malo, pero hay que aprender y enseñar a usar la televisión.

La elección de los programas está en relación con la edad del niño. A los niños mayores hay que estimularlos a que ellos mismos elijan sus programas; pero los padres deben conocer los contenidos de los programas que ven sus hijos y, siempre que sea posible, ver la televisión con ellos.

En España, por ejemplo, triunfa desde hace años Clan TV, la primera televisión pública para niños, creada a semejanza de la CBBC y la CBeebies británicas. Pero no es la única. Aprovechando las posibilidades de la TDT, otras empresas privadas han creado sus cadenas para niños igual como algunas televisiones ya creadas pero sólo disponibles en plataformas de pago hasta entonces, como Nickelodeon o Disney Channel, se han hecho un hueco en la parrilla televisiva.

Esos canales tienen una publicidad enormemente cuidadosa y regulada que, sin embargo, contrasta con la de las cadenas generalistas privadas, que vulneran el código de autorregulación que pactaron las televisiones en 2004 para “proteger a los niños de contenidos perniciosos” que puedan aparecer en televisión. Así, no es extraño encontrar anuncios con contenidos sexuales, violentos o con productos inadecuados durante horarios protegidos igual como vemos programas con temáticas no apropiadas en los momentos de merienda o comida del niño.

Así pues, hoy en día tenemos dos preocupaciones cuando encienden la pantalla. Es importante vigilar cuánto ven la tele nuestros niños y qué ven cuando la ponen.


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